El experto, ayer en Ribadeo:«En Alemania tenemos un lema que dice:`La meta debería ser el camino’»
Jörg Grube es el responsable comercial en España y América de la compañía Leybold Didactic, una de las muchas empresas alemanas que colabora con equipos didácticos para los alumnos de los institutos vocacionales que hay en ese país. Es uno de los ponentes —junto al profesor de automoción Paul Gliet— en el VI Fórum de Innovación e Formación sobre Vehículos que se celebra estos días en el hotel O Cabazo de Ribadeo. Ayer fueron los ponentes de la charla «A Formación Profesional en Alemaña».
—¿Cuál es la finalidad de su presencia en este encuentro?
—Intentamos que se conozca el sistema de estudios que tenemos en Alemania. Yo, como director comercial, me dedico a dar conferencias en muchos lugares, para explicar cuál es la función de los centros vocacionales en mi país.
—¿Qué opción de formación ofrecen estos institutos?
—Cuando un alumno tiene 16 años puede escoger varias vías para continuar con sus estudios, o entrar ya al mundo laboral. La opción de los centros vocacionales es estudiar durante tres años una formación específica combinando prácticas y teoría. Hay 345 carreras a escoger.
—¿Cuál es la diferencia entre estos estudios y los ciclos formativos en España?
—En Alemania es muy común acceder a esta enseñanza. En ella,lo normal es que haya nos 3 o 4 días a la semana de prácticas en empresas y otros dos o tres de teoría. Los alumnos pueden observar en las empresas cómo hacer su trabajo y después acudir al profesor para que este le solucione dudas teóricas. Creo que en otros lugares está mal planteado el período de prácticas, que habitualmente es al principio o al final de los estudios, y no se complementan con las clases. En Alemania tenemos un lema que dice: ‘La meta debería ser el camino’, y es lo que intentamos aplicar.
—¿Qué tipo de título se obtiene con esta formación?
—Sería como un título técnico de primer grado. Después se puede seguir estudiando otros tres años para tener otro de segundo grado, con el que ya puedes abrir tu propia impresa.
Las empresas y la Cámara de Comercio alemanas cofinancian la FP
—¿Qué explicó en Ribadeo sobre el sistema de formación alemán?
—Cómo ha crecido en los últimos años, qué es lo más importante para alumnos y empresarios, cómo involucrar a los padres… Hemos intentado transmitir todo lo que hay que saber. El tema de los padres es importante. Siempre quieren que sus hijos vayan a la universidad, pero hay que estudiar lo que a uno le hace feliz.
—¿Los alumnos tienen que costear estos estudios?
—No. Son las empresas las que pagan impuestos y también está la tasa de la Cámara de Comercio que se dedica a cubrir esta formación pública. Los alumnos solo tienen que pagar alguna tasa de algún examen, pero nada más. Además, reciben un sueldo de la compañía en la que hacen las prácticas, que como mínimo es de 500 euros al mes.
—¿Es un sistema que funciona?
—Sin duda. Yo creo que debería de intentar aplicarse en otros países. Aquí solemos decir: no se necesita inventar la rueda dos veces para que funcione, y con esto queremos dar la idea de que no es necesario inventar otro sistema si está comprobado que este es eficaz. Habría que intentar adaptarlo a las necesidades de otros lugares.